Tu me recuerdas el prado de los soñadores, el muro que nos separa del mar si es de noche, tu me recuerdas sentada, ciertos sentimientos que nunca se sabe que traen en las alas, si vivos o muertos, si vivos o muertos... Me quito el rostro y lo doblo encima del pantalón, sino he de decir tu nombre, si ajeno se esconde no quiero expresión, suelen mis ojos tener como impresos sus sueños, mis sueños...
Tú me recuerdas las calles de la Habana Vieja, La Catedral sumergida en su baño de tejas, tú me recuerdas las cosas, no sé, las ventanas, donde los cantores nocturnos cantaban, Amor a La Habana... Amor a La Habana.... Esto no es una Elegía, ni es un romance ni un verso, mas bien una acción de gracias por darle a mis ansias razón para un beso, una modesta corona encontrada en la aurora...
Tu me recuerdas el mundo de un adolescente, un semi-niño asustado mirando a la gente, un ángel interrogado, un sueño acostado, la maldición, la blasfemia de un continente... y un poco de muerte... y un poco de muerte...
Esto no es una Elegía… (Silvio Rodriguez)
Pero dime a quien no hipnotiza una puesta de sol en el malecón de nuestra Habana, que de por si ya esta hipnotizada, donde no corre el tiempo, ciudad embrujada, ciudad hechizada, ciudad de colores.... ciudad de Amores, Enhorabuena!... buena foto, gran inspiración.
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